El confinamiento por la pandemia en curso ha precipitado una forzada educación a distancia que plantea nuevos retos para los docentes. Se han puesto en evidencia carencias de formación y problemas del gasto educativo que dificultan que éstas sean subsanadas. Por ello, es oportuno pensar en una reorientación del gasto asignado al desarrollo del personal docente.

Desde la extensión del periodo de resguardo de los niños, niñas y adolescentes en sus hogares, fue necesario plantear estrategias para reducir los efectos y costos debido al cierre de las escuelas y, así, dar continuidad al servicio educativo en condiciones extraordinarias.

Una de las estrategias implementadas para que los alumnos continúen su aprendizaje desde sus casas[1] es la educación a través de canales de televisión. La SEP estableció horarios específicos de clases según el nivel educativo. Los estudiantes de preescolar y primaria reciben cuatro horas de trabajo y los estudiantes de secundaria, tres horas al día. Al finalizar las cápsulas, se solicita a los estudiantes contestar una serie de preguntas que guardaran en su carpeta de evidencias para ser evaluados al regreso a las aulas.

Otra estrategia, considera a las familias con acceso a Internet a través de la plataforma en línea @prende 2.0, con recursos digitales ya existentes de educación básica. Si bien es cierto que millones de niños y adolescentes están aprendiendo bajo el esquema de educación a distancia, este presenta dificultades para dar seguimiento y conocer su efectividad. Adicionalmente, como estrategia de apoyo para los docentes, fue puesto en marcha un plan de capacitación rápida a través de la plataforma MéxicoX y aulas virtuales a través de la herramienta de Microsoft Teams.

Valora Consultoría realizó un sondeo[2] de las percepciones de los docentes de educación básica para saber cómo estaban haciendo frente a la educación a distancia en la fase 1 de la pandemia. El cuestionario fue respondido por 3,919 maestros de preescolar, primaria y secundaria de las 32 entidades federativas. Debido a que la respuesta fue desigual entre las entidades, la información se organizó en siete grupos. Tres regiones: norte, centro-occidente y sur. Tres entidades federativas: CDMX, Estado de México y Puebla y el grupo que corresponde a escuelas particulares.

A continuación, se presentan los resultados de dos de las preguntas realizadas a los maestros con el fin de saber cómo han trabajado la educación a distancia durante la contingencia.

Fuente: Valora Consultoría. https://valora.com.mx

En promedio, el 43.1 por ciento del total de los docentes encuestados se sintieron poco o nada preparados para la educación en línea. Los docentes que laboran en escuelas privadas son los que se sintieron más preparados para la educación a distancia.

En la siguiente gráfica se observa que el 48.9 por ciento de los profesores perciben muy difícil y difícil desarrollar el trabajo en línea. Los docentes que laboran es escuelas privadas son los que perciben menor dificultad en el desarrollo este trabajo (62.9 por ciento).

Fuente: Valora Consultoría. https://valora.com.mx

Las respuestas de los docentes a estas dos preguntas dejan ver que los profesores de las escuelas privadas se sienten más preparados y perciben con menor dificultad el desarrollo de su trabajo a distancia. Probablemente se deba a que estos han trabajado la educación a distancia o recibieron capacitación en competencias digitales antes de la pandemia. En contraste, el sistema de educación básica pública (SEBP) parece haber trabajado poco en la formación de habilidades digitales entre los docentes y en los recursos para aprender en línea.

La crisis sanitaria COVID-19 ha expuesto algunas deficiencias del SEBP. Destaca por sus consecuencias, la escasa capacitación a los docentes en habilidades digitales y el mal aprovechamiento del gasto en programas educativos federales que, por años, han tenido por objetivo la adquisición de dispositivos electrónicos. Es frecuente que los profesores carezcan de las capacidades para usarlos en medio de esta pandemia.

Saber qué estrategias funcionan en materia educativa es indispensable para tomar decisiones sobre la asignación del gasto público. En el siguiente cuadro, se estima la variación porcentual en el gasto en educación pública, el gasto en educación básica pública y los rubros que son materia del presente artículo: desarrollo profesional docente e inclusión digital. También se incluye el rubro de becas, por la magnitud de los recursos federales asignados.

Gasto federal en educación y gasto federal en educación básica (Ramo 11)

*Tasa de inflación de 3.6 por ciento.

N.A. No Aplica

1En 2010, es la suma de los recursos federales de PROSPERA Programa de Inclusión Social y el Programa Nacional de Becas de apoyo a la Educación Básica de Madres. En 2020, el presupuesto corresponde Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez y el Programa de Becas Elisa Acuña.

2En 2010, es el gasto del Programa del Sistema Nacional de Formación Continua y Superación Profesional de Maestros de Educación Básica en Servicio y, en 2020, son los recursos asignados al Programa para el Desarrollo Profesional Docente.

3En 2010 los recursos asignados corresponden programa Habilidades Digitales para Todos. En 2018, último año de registro de asignación de recursos, el programa se llamaba Programa de Inclusión Digital.

Fuente: cálculos propios con base en la información del Presupuestos de Egresos de la Federación 2010 y 2020. SHCP.

 

Entre 2010 y 2020, el gasto federal en educación creció 2.2 por ciento y el gasto en educación básica pública aumento 0.3 por ciento, ambas cifras en términos real. En 2020, el gasto en becas es el que mayor participación porcentual tiene en el gasto en educación básica pública, 57.3 por ciento. En contraste, el gasto en desarrollo profesional docente representa 0.3 por ciento del gasto en educación básica pública. En los últimos diez años, el gasto en capacitación a los docentes ha disminuido en términos reales 74.8 por ciento. Cabe destacar que, el Programa de Inclusión Digital no tiene gasto asignado para la educación básica en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2019 y 2020[3].

Sobra reiterar la importancia de que los docentes adquieran las habilidades requeridas para impartir educación en el siglo XXI. Sin embargo, el actual presupuesto en educación básica destina apenas una fracción de los recursos a este propósito, en tanto que prevé que 42 por ciento del gasto se canalice a becas estudiantiles. Desde luego que un programa de becas es de gran importancia pero, por un lado, es cuestionable que sin una adecuada focalización se logre un efecto significativo en los resultados educativos y en la disminución del abandono escolar. Por otro lado, esta distribución del presupuesto nos deja ver un panorama de las prioridades de la actual administración, que pone en duda la pertinencia y la eficiencia del gasto en educación básica.

Para entender las áreas de oportunidad en materia de capacitación docente en habilidades digitales, en el siguiente cuadro se muestra el presupuesto federal asignado a la capacitación docente y a los recursos previstos para la inclusión digital en educación básica pública.

*Todos los precios se encuentran en su valor corriente y únicamente se ajustan para obtener las variaciones reales.

N.A. No aplica

1Antes de 2014 el programa se llamaba: Programa del Sistema Nacional de Formación Continua y Superación Profesional de Maestros de Educación Básica en Servicio.

2De 2010 a 2012 el programa se llamaba: Habilidades digitales para todos. En 2013, Laptops para niños que cursan 5to y 6to grado de primaria. En 2014 y 2015, Programa de Inclusión y Alfabetización Digital.

Fuente: cálculos propios con base en la información del Presupuestos de Egresos de la Federación de 2010 a 2020. SHCP.

 

En los últimos diez años, el gasto en capacitación docente en educación básica ha disminuido en 60.1 por ciento real. Cabe destacar que, entre 2019 y 2020, los recursos asignados al Programa para el Desarrollo Profesional Docente tienen una caída real de 74.8 por ciento.

Para 2020, valdría la pena preguntarse cuánto se puede lograr con una asignación anual de 169 millones de pesos para 1.2 millones de maestros de educación básica pública: esta cantidad equivale a $141 pesos anuales por maestro.

Las reglas de operación del Programa para el Desarrollo Profesional Docente para el Ejercicio Fiscal 2020 establecen que el objetivo general del programa es

Contribuir a fortalecer el perfil necesario para el desempeño de las funciones de los profesores de tiempo completo, personal docente y personal con funciones de dirección, supervisión o asesoría técnico-pedagógica, mediante el acceso y/o conclusión de programas de formación, actualización académica, capacitación y/o proyectos de investigación”.

La crisis sanitaria obliga a subsanar áreas de oportunidad. La capacitación de los docentes se enfrenta con dos oportunidades: la primera es que el Programa para el Desarrollo Profesional Docente esté correctamente diseñado y que se evalué su desempeño en periodos cortos, lo que permitiría, entre otras cosas, identificar la efectividad de los cursos y talleres que se imparten a los docentes. La segunda área de oportunidad es incrementar el gasto en el Programa para el Desarrollo Profesional Docente ya que el costo de no haber invertido más y mejor en profesionalizar a los maestros traerá, en el mediano y largo plazo, altos costos para la educación básica y, en consecuencia, para la sociedad mexicana.

Algunas de las acciones que el Estado Mexicano podría llevar a cabo son las siguientes:

a) Reorientar el gasto educativo federal ya que, hoy día, el gasto está fuertemente cargado al programa de becas. Ello deja poco margen a que los recursos se canalicen a rubros como la capacitación a los docentes que es, en sí mismo, un rubro prioritario;

b) Focalizar adecuadamente los programas de becas y de capacitación docente y

c) Desarrollar cursos de capacitación eficientes que permitan a los docentes mejorar sus habilidades digitales, necesarias para enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, con y sin contingencias.

Para que el sistema de educación básica cuente con los elementos idóneos para enfrentar la pandemia y sus consecuencias, se demandan ajustes presupuestales que atiendan con pertinencia las necesidades de la educación.

Martha Barrios Belmonte

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[1]Programa Aprende en Casa. www.aprendeencasa.mx/aprende-en-casa/index.html

[2]El sondeo es indicativo de las prácticas en el uso de las TIC en la educación básica: no necesariamente ofrece datos concluyentes puesto que el cuestionario fue respondido por maestros que abrieron la encuesta y tuvieron interés en contestarla. Quienes respondieron el cuestionario no son del todo representativos del conjunto de los maestros del país. No obstante, debemos hacer notar que el cuestionario fue respondido por 3,919 maestros de preescolar, primaria y secundaria de las 32 entidades federativas, por lo que sí es indicativo de lo que sucede en el país.

[3]El programa sigue operando bajo la UR de la Dirección General de Televisión Educativa. Hoy día, la asignación de recursos federales para el Programa de Inclusión Digital no es información pública.

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